12 de septiembre de 2008

Orgullo

¿Es el orgullo una virtud o un defecto? le preguntá Elizabeth llena de ira al señor Darcy en la película Orgullo & Prejuicio sin que este se atreva a responder. Los dos, orgullosos paranoicos, a punto están de estropear lo que sienten el uno por el otro por una mera cuestión de orgullos heridos. Él, rico terrateniente de clase acomodada en la Inglaterra victoriana, por enamorarse de una hermosa y arrogante joven pero de familia extravagante y sin recursos, algo que le cuesta asimilar en su convencionalismo más rígido. A ella por el dolor que le produce la manera en la que él se refiere a su familia, de manera despectiva, hiriente y llena de prejuicios. Yo tampoco como el señor Darcy sabría qué responder a esa pregunta. Cierto es que el orgullo me ha salvado de ser una marioneta en manos de muchos que me creían a sus piés. Suele tardar en aparecer y lo hace como una punzada hiriente cuando lo que era una sospecha es ya visible a todas luces, cuando la sensación de estar siento utilizado y manoseado por quienes creían haberme moldeado a su antojo es demasiado fuerte y digo basta. A veces demasiado tarde incluso. Y aunque a veces pienso que mi orgullo ha dejado escapar segundas oportunidades, al fin y al cabo todos tenemos derecho a equivocarnos, creo que me ha servido para dejar de apostar por algo que iba en vía muerta aunque fuese incapaz de verlo al principio, embelesado como estaba en el viaje, sin darme cuenta que ese tren mientras se alejaba dejaba atrás también mi autoestima y mi propia libertad, la de ser uno mismo. Pese a todo me sorprende tu orgullosa determinación. Me faltan muchos flecos de tu historia personal y no me atrevo a preguntarte, consciente de que estoy tocando heridas demasiado recientes sin la confianza que sólo da el tiempo pero la fortaleza con la que aparentemente haces frente a su determinación por recuperarte con mensajes, llamadas e incluso búsquedas infructuosas me parece sorpredente. No sé si hubiera podido soportar esa situación, si hubiera terminado cayendo en sus redes ante tanta insistencia o al menos me hubiera desquiciado, haciéndome incapaz de poder pasar página y tembloroso en cada esquina ante la sola idea de encontrarme de nuevo con su rostro cara a cara. Y no sé si consuela saber que aquellos que han pasado por mi vida han podido dejarme marchar sin demasiado ruido ni aspavientos. Me consta que algunos lo han lamentado y han vuelto con el rabo entre las piernas a pedirme una segunda oportunidad. Demasiado tarde en general, sólo se llevaron un no por respuesta. Puede que sonara demasiado convincente en mi respuesta pero aunque no deseo ser víctima de la manía persecutoria de alguno de mis ex, sé que mi orgullo disfrutaría al saber que al menos siguen acordándose de uno como una parte importante de sus vidas aunque breve y como un recuerdo lejano y agradable. Maldito orgullo, a veces...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

dices.. "Y no sé si consuela saber que aquellos que han pasado por mi vida han podido dejarme marchar sin demasiado ruido ni aspavientos"...

...hubiera hecho falta más ruido?

"Me consta que algunos lo han lamentado y han vuelto con el rabo entre las piernas a pedirme una segunda oportunidad. Demasiado tarde en general, sólo se llevaron un no por respuesta".

...eres tan inflexible con los tiempos...y maldito también mi propio orgullo

"Puede que sonara demasiado convincente en mi respuesta pero aunque no deseo ser víctima de la manía persecutoria de alguno de mis ex, sé que mi orgullo disfrutaría al saber que al menos siguen acordándose de uno como una parte importante de sus vidas aunque breve y como un recuerdo lejano y agradable. Maldito orgullo, a veces..."

...al menos en mi caso, creo que sabes bastante bien lo que has sido para mi...me he equivocado en dejar ver lo que siempre ha sido bastante evidente..y he luchado bastante para poder borrar esa dinámica que no me conduce nada ...y no se porque a estas alturas sigo con lo mismo...ufff

El llanero solitario dijo...

No sé porque tienes que pensar que hablo de ti en todos los párrafos. Esta es una dinámica que me ha pasado ya demasiadas veces en la vida, tantas que ya pienso que es mi culpa y mi falta de flexibilidad o mi orgullo, llámale equis.
En tu caso hay muchos párrafos que no se aplican pero no crei necesario explicar a quien me refería, nunca lo hago. Siento haberte molestado. Si te sirve de consuelo tú también fuiste importante en mi vida y lo sigues siendo, de una manera diferente, es cierto, pero no por ello menos válida. Besos

Anónimo dijo...

No me has molestado y no tienes que pedirme disculpas. Sabía muy bien que no hablabas de mi y que los parrafos no se aplicaban...en este caso el comentario es coherente con el tema ("orgullo" el mío, o mejor dicho el egocentrismo que tengo..) Y siempre me gusta leerte, aunque pocas veces opine.